jueves, 29 de agosto de 2013

Audiencia en Corte Suprema por Ley de Medios -- Día 2



Preguntas de la Corte y respuestas de las partes

Tras el cuarto intermedio dispuesto ayer, la Corte Suprema escuchó los argumentos del Grupo Clarín y del Estado nacional. Los abogados del multimedios debieron responder preguntas sobre la alegada "falta de sustentabilidad" en caso de que se apliquen las cláusulas antimonopólicas de la ley. "Si la libertad de expresión requiere un volumen económico, ¿qué ocurre con los demás grupos? ¿No tendrían libertad de expresión o deberían ser subsidiados?", inquirió la Corte. Las consultas a los representantes del Gobierno se dirigieron hacia la aplicación del resto de la norma que no fue judicializada, la cuestión de los "derechos adquiridos" y los motivos de los límites a la multiplicidad de las licencias.
La segunda jornada de la audiencia pública convocada por la Corte Suprema de Justicia para tratar la constitucionalidad de distintos artículos de la Ley de Medios comenzó a las 10. El presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, anticipó esta mañana que los ministros del alto tribunal tenía previsto realizar "unas 50 preguntas" a los referentes de ambas partes. Fueron finalmente 17 preguntas para Clarín y 33 para el Estado. "Todos los ministros hicieron sugerencias" sobre las consultas, dijo Lorenzetti.
Los abogados del Grupo Clarín María Angélica Gelli, Alejandro Carrió y Damián Cassino debieron responder especialmente sobre la relación entre la alegada falta de sustentabilidad de la empresa y la afectación a la libertad de expresión, en caso de que la ley entre en vigencia plena. "El régimen de multiplicidad de licencias afecta la escala y el alcance del Grupo", señaló Cassino al referirse a los artículos 45 y 48 de la ley.
"Cuanto más usuarios existen, los costos se reducen y hacen más posibles las inversiones y si se reduce la escala no se puede mantener la estructura tecnológica", argumentó el abogado para explicar por qué se Clarín se opone a la regulación de licencias que la norma establece. "Si se altera la red actual, la sustentabilidad del grupo se va a perder y se va a perder la única voz crítica que existe en nuestro país", profundizó Carrió.
Cassino sostuvo que "al no existir certeza sobre la extensión de la empresa y el plazo de sus licencias no se puede acceder a créditos". La afectación sobre la libertad de expresión, que fue el eje de varias de las preguntas de los ministros de la Corte, fue explicada por el abogado al señalar que "si se reduce la audiencia, se reducen los ingresos y así la empresa no va a poder subsistir en forma competitiva". Por su parte, Gelli dijo que "sostenemos que la ley puede buscar medios alternativos si se quiere sustentar a otros" y ejemplificó que "el cooperativismo tiene ventajas impositivas, otros se financian con publicidad oficial".
Luego fue el turno del Estado, que debió responder 19 preguntas más que Clarín. La abogada Graciana Peñafort fue la que tomó la respuesta a la mayoría de las consultas, que apuntaron a la explicación de los límites a la multiplicidad de licencias del artículo 45. Peñafort explicó que el Grupo Clarín "tiene la posición dominante y marca precio" y que “la concentración económica que llevó adelante esta empresa, no sólo no cumple esta ley, tampoco cumplía la anterior”.
Ante la consulta sobre cómo la desinversión favorecería la competencia, dijo que las “capacidades ociosas y de prácticas predatorias de Clarín impiden el ingreso de nuevos competidores”. Luego debió responder sobre el decreto de necesidad y urgencia de 2005 que suspendió el cómputo de las licencias por diez años, ante lo que la abogada expresó que "era necesaria la ratificación del decreto para la aplicación de la Ley, porque nadie estaría interesado en una licencia que dure poco tiempo".
En tanto, el director de Gestión, Administración y Desarrollo del AFSCA, Daniel Larrache, explicó ante una consulta de la Corte que se presentaron al proceso de adecuación 29 grupos de medios de los cuales 14 ya se adecuaron y 15 están en proceso. Precisó que también se presentaron otros grupos que no necesitaban adecuación a la ley de Servicios de Comunicación Audioviosual y que el "único" grupo que no lo ha hecho es Clarín. Sin embargo, durante las respuestas de los abogados del Poder Ejecutivo se hizo notar la falta de un relevamiento técnico sobre la cantidad de licencias existentes y el número exacto de pliegos adjudicados a organizaciones sin fines de lucro desde la sanción de la ley.
El punto en el que mayor intercambio hubo entre la Corte y el Estado fue el referido al "derecho adquirido" y la "temporalidad" de las licencias. Los representantes del Estado explicaron que las licencias no generan derechos adquridos, que tienen un límite de tiempo y que deben estar vinculadas siempre con el interés común. Sin embargo, aclararon que "no es una facultad discrecional" del Estado retirar esas licencias, al tiempo que "no pueden ser un privilegio ilimitado".
Peñafort afirmó que "el objetivo de la ley no fue reducir la cantidad de licencias de Clarín, sino tener un mercado desconconcentrado" y sostuvo que "la libertad de expresión es un valor simbólico que requiere una legislación anterior a que se produzca la vulneración".
Rep

SEGUNDA JORNADA DE LA AUDIENCIA POR LA LEY DE MEDIOS

“No hay posibilidad de libertad de expresión con este nivel de concentración mediática"

En su exposición durante la audiencia pública convocada por la Corte Suprema, el titular de la Afsca, Martín Sabbatella, defendió la plena vigencia de la ley 26.522 y calificó como "escandaloso" al fallo de la Cámara Civil y Comercial que declaró inconstitucionales algunos artículos de la norma. Dijo que de confirmarse esa sentencia se avalaría "una tendencia monopólica, una posición dominante y competencia desleal por parte del Grupo Clarín". En tanto, los abogados del multimedios hablaron de un "hostigamiento" contra el Grupo.
“Vengo a enfrentar un escandaloso fallo de la Cámara", afirmó Sabbatella, y argumentó que esa sentencia "ha establecido la constitucionalidad de todos los aspectos que afectan poco al Grupo Clarín". Añadió que de confirmarse, el fallo agravaría la situación de concentración actual porque "regularía a los competidores del Grupo Clarín y no al Grupo Clarín”.
El funcionario remarcó que, salvo Clarín, "todos los grupos han presentado planes de adecuación". "No creo que sean empresas que quieran suicidarse o fundirse", remarcó. Luego recordó que "el grupo que viene a cuestionar la Ley no es cualquier grupo, es un grupo muy poderoso: posee internet, TV, agencias de noticias, maneja en forma monopólica el papel".
Aseguró que la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual "no es una ley hecha a medida del Grupo Clarín", sino que busca "enfrentar las tendencias monopólicas". En ese sentido, definió al artículo 45 de la norma como "nodal" porque "busca que no haya un gigante tomatodo" y tiene como fin "garantizar la armonía del conjunto de los actores" de las comunicaciones audiovisuales.
"Democratizar la palabra necesita de la generación de nuevas herramientas y atacar la concentración mediática", afirmó Sabbatella, y sostuvo que "se habla del Grupo Clarín porque es el más grande, el que más se excede" y porque "es el único que cuestiona la ley". El titular de la Afsca insistió con que “tiene que haber nuevas voces, pero hoy no tienen espacio” y cerró su exposición pidiendo "nunca menos democracia y nunca más concentración de medios".
Antes, durante sus 10 minutos de exposición ante la Corte, los abogados de Clarín denunciaron acciones de "hostigamiento" contra la empresa. Enumeraron "el cepo publicitario privado y la quita de la publicidad oficial" como medidas para "silenciar la voz crítica". "El gobierno dijo que entregó 600 nuevas licencias. ¿Para qué quiere las de Clarín? ¿Es para silenciar una voz crítica?", preguntó el abogado Damián Cassino, y consideró que "no hace falta quitarle licencias a Clarín para que se escuchen otras voces".
"Con esta ley se pretende disimular que lo único que se persigue es desguazar al grupo Clarín", agregó. También criticó el hecho de que no se haya realizado ningún estudio de mercado previo a la sanción de la ley en el que haya quedado "acreditada la falta de pluralidad o la supuesta concentración". "Nunca el Estado ha demostrado el estado y la conformación del mercado y los niveles de concentración. No se sabe quiénes son los competidores ni qué compiten", dijo, y añadió: "Se quiere desconcentrar y no se sabe la medida del mercado".
Por su parte, Alejandro Carrió habló de los "criterios arbitrarios" que aplicó el gobierno nacional con los límites de 24 licencias o del 35 por ciento de cuota de mercado, y consideró que de aplicarse la ley el grupo "va a perder una gran cantidad de llegada al público que quiere escuchar su voz". "Esta Corte dijo en otros casos que cualquier restricción estatal tiene que ser neutra, pero Clarín no recibe un tratamiento neutro, ni nada que se le parezca", aseguró, y señaló que de aplicarse la normativa el grupo tenderá a desaparecer.
Finalmente, María Angélica Gelli destacó la "voz crítica" que representa el Grupo y señaló que actualmente Clarín es el "único medio en condiciones de hacer periodismo de investigación, ya que el restante 80 por ciento vive de pauta".




Festejo para el Día del Trabajador Cinematigráfico

miércoles, 28 de agosto de 2013

PRIMERA JORNADA Diez ONG expusieron en la audiencia pública en la Corte por la ley de medios

La Corte Suprema de Justicia recibió hoy a diez ONG, cinco por el Estado y cinco por el Grupo Clarín, en la audiencia informativa que busca ser el paso previo a la resolución definitiva del conflicto generado a partir del planteo de inconstitucionalidad del holding de medios sobre dos artículos de la Ley de Medios, sancionada hace casi cuatro años.



http://www.telam.com.ar/notas/201308/30357-audiencia-publica-en-la-corte-por-la-ley-de-medios-sancionada-hace-4-anos.html


La Corte Suprema de Justicia de la Nación escuchó las posiciones de "amicus curiae" por el Estado Nacional y el Grupo Clarín y además dio lugar a los considerados "independientes" o en representación de la ciudadanía, como la Procuración General de la Nación, en medio de una masiva marcha convocada fuera del Palacio de Justicia por quienes apoyan la vigencia plena de la ley.



La audiencia continuará mañana en la jornada más trascendente, durante la cual los ministros escucharán a las partes, el Gobierno Nacional y el Grupo Clarín y luego formularán preguntas.


En posiciones que no son vinculantes para la Corte, cinco oradores se manifestaron a favor de revocar el fallo que declaró la inconstitucionalidad de cuatro artículos de la norma en tanto que otro igual número avaló la postura del grupo Clarín y pidió ratificar esa sentencia.

"Lo que está en juego es uno de los bienes más preciados de la República, la libertad de información y expresión"
Alejandra Gils Carbó, procuradora general de la Nación
La última en exponer en el cuarto piso del Palacio de Justicia porteño fue la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbo, quien calificó como una "falacia presentar como un conflicto entre Gobierno y empresa" la dispusta legal, al hablar en representación de los intereses de la ciudadanía.

"Se simplifica la realidad, se minimiza el poder del grupo empresario y desde esa posición de falsa debilidad se invoca la lesión al derecho a la expresión y así se desvía la atención del asunto principal, porque lo que está en juego es uno de los bienes más preciados de la República, la libertad de información y expresión", afirmó.

Como ya lo hizo en un dictamen donde avaló la constitucionalidad de los artículos cuestionados, Gils Carbó entendió que el fallo "eludió la consideración de bienes sociales en juego" y se dictó "prescindiendo del hecho relevante de que la concentración mediática es contraria a la libre información y libre expresión".

"Le solicito a esta Corte que dicte un fallo histórico, develando las falacias de este proceso, no puede haber derechos adquiridos ni violación a la propiedad privada a través de una posición construida violando derechos humanos", concluyó tras recordar la investigación penal en curso por la aquisición de la empresa Papel Prensa en 1977 por parte del Grupo Clarín y las circunstancias de la fusión de Multicanal y Cablevisión, a la que ella se opuso cuando era fiscal.

 Como amigos del tribunal independientes se habían presentado poco antes la titular de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, Cinthya Ottaviano, quien también se pronunció por la constitucionalidad plena de la ley para lo cual leyó reclamos de usuarios del interior del país sobre presuntas conductas abusivas de la empresa Cablevisión, perteneciente a Clarín, entre otros argumentos.

Y por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, el constitucionalista Juan Vicente Sola, quien cuestionó la validez legal de la obligación de desinvertir para el Grupo Clarín.

La audiencia comenzó puntualmente a las 10, con la exposición del representante del Observatorio Iberoamericano de la Democracia, Asdrúbal Aguiar, como amicus por parte de Clarín, quien sostuvo que la ley de Medios "propone un régimen de intervención estatal sobre medios de comunicación radioeléctricos".

"Clarín es un monopolio informativo integrado a la red mundial de la desinformación"
Beinusz Szmukler, titular de la Asociación Argentina de Juristas
Le siguió el titular de la Asociación Argentina de Juristas, Beinusz Szmukler, que en aval al planteo del Estado sobre la constitucionalidad de la Ley aseguró que Clarín es un "monopolio informativo integrado a la red mundial de la desinformación, basada en el ocultamiento de la información que los perjudica" y "en la sobrecarga de información banal e inútil".

Tanto Szmukler como Gils Carbo, Ottaviano y quienes expusieron a favor de la vigencia de la ley arrancaron ovaciones entre quienes seguían desde la calle la marcha de la audiencia y que dedicaron silbidos a quienes exponían avalando la demanda de Clarín.

El segundo "amigo" elegido por el grupo Clarín para defender su postura fue la Asociación de Organizaciones de Empresas de Televisión Pagada para Iberoamérica, cuya posición expuso Eduardo Oteiza, quien trazó un paralelo con la jurisprudencia de los Estados Unidos para la distribución de licencias de la televisión por cable y señaló que en ese país "nunca se aplicó" la regulación en los operadores de cable.

En apoyo del Estado, el rector de la Universidad Nacional de San Martín, Carlos Ruta, planteó la necesidad de un Estado que establezca un sistema "protector de libertades y derechos", que "limite" los derechos individuales en beneficio del "interés general".

En tanto, otros de los "amigos" elegidos por el grupo Clarín, Luis Pardo y Carlos Laplacette, de Adepa, sostuvieron que "los  artículos 41, 45, 58 y 161 (de la ley de Medios) representan una conculcación de derechos constitucionales en relación con la libertad de expresión y la igualdad ante la ley y eso es un grave retoceso para la sociedad".


Verbitsky: "Defendemos la plena vigencia de esta ley".

En apoyo de la voz del Estado, representando a la Universidad Nacional de Lanús, Víctor Abramovich, afirmó que el Estado "tiene el deber de intervenir para transformar estructuras que silencian a sectores de la población".

El sociólogo Eliseo Verón, representante del Comité del Consumidor (Codelco), y "amigo" elegido por Clarín consideró que la norma "ya era obsoleta el día en que salió publicada en el Boletín Oficial" porque no preveía la "revolución" generada por la expansión del uso de Internet.

Andrés Gil Domínguez, también representante de Codelco, puso el acento en "la presunción de inconstitucionalidad de todas las leyes que buscan restringir el acceso a una oferta plural" e indicó que "el artículo 45 de la Ley es claramente inconstitucional e inconvencional al limitar el número de licencias a 24".

"La norma ya era obsoleta el día en que salió publicada en el Boletín Oficial"
Eliseo Verón, representante de Codelco
Del lado del Estado, el titular de Cooperar, Miguel Julio Rodríguez Villafañe, aseguró que recién en el 2009, con la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual pudieron "acceder a la palabra", ya que "por 29 años" estuvieron marginados del sistema de comunicación.

El último "amigo" elegido por el grupo Clarín para exponer fue el abogado Lucas Grossman, quien interpretó hoy que la vigencia de la norma aprobada por el Congreso de la Nación por amplia mayoría "reducirán la cantidad y la calidad de la información".

Finalmente, en apoyo del Estado, expuso el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, que rechazó la "escandalosa dilación judicial que paralizó durante 4 años" la aplicación plena de la ley y criticó la forma en que la Corte Suprema de Justicia convocó a la audiencia que se desarrolló hoy y continuará mañana.

También en representación del CELS, Damian Loreti brindó la argumentación técnica del organismo a favor de la ley y destacó que "principios y declaraciones del sistema interamericano de justicia establecen que los monopolios deben estar sujetos a leyes antimonopólicas por cuanto conspiran contra la democracia".

Al inicio de la audiencia estuvieron presentes todos los ministros pero al rato abandonó el recinto Eugenio Zaffaroni, quien partió al aeropuerto internacional de Ezeiza por tener previsto un viaje a Alemania y también lo dejó antes del final la ministra Carmen Argibay.

En la apertura y el cierre habló brevemente el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, para explicar el procedimiento ante decenas de periodistas de medios nacionales e internacionales y funcionarios y legisladores que presenciaron la audiencia, como el titular de la AFCSA, Martín Sabbatella; la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María "pimpi" Colombo, y los legisladores María Eugenia Estenssoro y Manuel Garrido, entre otros. 




CONCURSO CAPTURAS


miércoles 28 de agosto a partir de las 17 hs de la jornada popular en defensa de la ley “Por la democracia y la libertad de expresión”


La última década nos ha enseñado que la Democracia se fortalece cuando el conjunto de los argentinos y las argentinas nos unimos para seguir ganando en derechos, en libertad y en igualdad.
 Ese espíritu fue el que hizo nacer la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que vino a multiplicar la palabra en la Argentina. Una ley que se discutió a lo largo y ancho del país, que  fue aprobada por amplia mayoría el Congreso Nacional y que hoy es un ejemplo para América Latina y el mundo. Esa misma ley que a cuatro años de su sanción sigue luchando contra el poder de los monopolios mediáticos para verse aplicada íntegramente. 
Este miércoles 28 de agosto la Corte Suprema de Justicia de la Nación convocó a una audiencia pública que será el preludio al fallo definitivo. Y las organizaciones sociales, políticas y culturales nos convocamos para expresar nuestro apoyo a esa ley que el pueblo escribió. Por más y mejor democracia.
Los y las invitamos a participar este  que tendrá lugar en Plaza Lavalle, Talcahuano esquina Tucumán.

FIRMA L mazure
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Celular de contacto: Natalia Petta 15 3832 3836

martes, 27 de agosto de 2013

Filmar la América

En 1928 se estrenó en Argentina, con enorme éxito, una película cuya trama narraba la gesta de la revolución y de la independencia a partir de un romance de Manuel Belgrano con la hija de un realista. Una nueva y gloriosa nación, impulsada por el empresario vasco Julián De Ajuria, estaba destinada a educar al espectador, mayoritariamente inmigrantes, en las bondades de la historia nacional. El film se dio por perdido después de unos años, pero en el extranjero se conservaron copias de la versión que el propio De Ajuria produjo al mejor estilo Hollywood. Especializada en temas de cine, Andrea Cuarterolo, investigadora del Instituto de Historia del Arte Argentino y Latinoamericano de la UBA, reconstruye la historia de esta película que pronto se exhibirá en Italia, en un festival de cine mudo.



Por Andrea Cuarterolo
En 1928, el empresario vasco Julián De Ajuria, que había producido hacia la época del Centenario algunas de las primeras películas de ficción argentinas, como La revolución de mayo (Mario Gallo, 1909), El fusilamiento de Dorrego (Mario Gallo, 1910) o Nobleza gaucha (Eduardo Martínez de la Pera y Ernesto Gunche, 1915), realizó un film que se convertiría en un rara avis de la cinematografía local. De Ajuria, que al margen de sus tempranas incursiones en el cine nacional había hecho fortuna como distribuidor de películas norteamericanas en la Argentina, era un profundo admirador del cine de Hollywood. En efecto, si en un principio nuestros realizadores habían mirado hacia Europa en busca de modelos estéticos que otorgaran al nuevo medio una legitimación social y cultural, para la década del 20 la producción fílmica estadounidense se había convertido en el referente a imitar, tanto por su espectacularidad como por sus potencialidades comerciales. El sueño de este productor era realizar un film histórico nacional con la grandilocuencia y fastuosidad del cine hollywoodense, y por muchos años intentó interesar a varios productores americanos en ese proyecto. Finalmente, cansado de negativas, el empresario decidió invertir por cuenta propia el dinero necesario para el rodaje de este film que, según diversas fuentes de la época, se aproximó a los 300.000 dólares. La película que, retomando una frase de la versión original del Himno nacional, fue titulada Una nueva y gloriosa nación, estuvo a cargo del ignoto director norteamericano Albert H. Kelley y contó con el guión y la supervisión histórica de De Ajuria y con la producción de su empresa, la Sociedad General Cinematográfica. Cruzando una imaginaria intriga sentimental entre el revolucionario Manuel Belgrano y la hija de un general español que secretamente abraza la causa patriota, el film se sumerge en los sucesos que condujeron a la Revolución de Mayo en 1810 y sigue las acciones de este prócer argentino hasta los campos de batalla. La película fue interpretada por importantes estrellas norteamericanas de la época, como el actor Francis X. Bushman –célebre por films como Romeo y Julieta (Francis X. Bushman, 1916) o Ben Hur (Fred Niblo, 1925)– en el rol de Belgrano, y la actriz Jacqueline Logan –que acababa de triunfar en el codiciado rol de María Magdalena en la bíblica The King of Kings (Cesar B. DeMille, 1927)– en el rol de su joven prometida. El actor argentino Benjamín Italo José Ingénito O’Higgins, que había adoptado el artístico nombre de Paul Ellis para trabajar en Hollywood, interpretó, por su parte, otro de los roles principales del film: el del gaucho Juan Balcarce. Los rubros técnicos también estuvieron a cargo de reconocidos profesionales de la industria hollywoodense. La fotografía le fue encomendada a Georges Benot, que había trabajado con destacados directores del período como Raoul Walsh y que, pocos años antes, en colaboración con el actor argentino Héctor Quiroga, había dirigido en el país la recordada película Juan sin ropa (1918). La cámara, por su parte, estuvo a cargo de Nicholas Musuraca, que años después sería un colaborador habitual de Jacques Tourneur. El film, rodado en los estudios Columbia en Los Angeles, contó además con una cuidada y costosa puesta en escena. Las crónicas de la época afirman que la réplica del Cabildo de Buenos Aires le insumió a De Ajuria la exorbitante suma de quince mil dólares. Se contrataron asesores históricos para reconstruir lo más fielmente posible los escenarios y el vestuario y se utilizaron más de dos mil extras en las batallas y escenas de masas.
La película fue estrenada el 10 de marzo de 1928 en el Teatro Cervantes, pero tuvo un preestreno, en febrero de ese año, en la residencia particular del presidente Marcelo T. de Alvear, al que asistieron importantes personalidades de la época. Unos días después de la proyección, Alvear envió a De Ajuria una elogiosa carta en la que afirmaba que el film constituía un muy eficaz medio para la educación patriótica, “tan necesaria para la formación del espíritu nacional”.
Los valores educativos del film fueron también ponderados por varios educadores e intelectuales de la época, entre ellos el rector de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Rojas, que a pesar de haberse manifestado en múltiples ocasiones contra el cine por el mal uso que de él se hacía “en su repertorio generalmente corruptor de la moral y estética del pueblo”, rescató el mérito general de la obra, formulando votos “por que ella inicie un repertorio de la misma especie, para el que hay en la tradición argentina argumentos adecuados”. El film fue, de hecho, utilizado como auxiliar pedagógico por diferentes instituciones educativas. El 21 de julio de 1928, por ejemplo, mil niños asilados en diversos establecimientos sostenidos por la Sociedad de Beneficencia concurrieron a una proyección en el cine Callao, que fue acompañada por una lección explicativa de los acontecimientos referidos en la película. Agustín P. Justo, por entonces ministro de Guerra, también vislumbró el potencial del film como medio de instrucción patriótica, y en junio de 1928 envió a De Ajuria una laudatoria nota en la que le solicitaba proyectar la cinta en todos los cuarteles “a fin de que ella llegue a toda la tropa en servicio”.

EL CINEMATOGRAFO DE BABEL

poster con el que se publicitó en EE. UU. gentileza de e. Bouchard.
En El cinematógrafo, un espejo del mundo, un enciclopédico libro que De Ajuria publicó varios años después de sus primeras aventuras cinematográficas y en el que intentó plasmar algunas de las experiencias y conocimientos adquiridos en casi una vida en el mundo del cine, el productor declaró haber realizado este film “henchido de entusiasmo y de gratitud al gran pueblo argentino”. Como muchos de sus contemporáneos, De Ajuria creía en el potencial del cine como instrumento didáctico y sostenía que las salas cinematográficas necesitaban “producción nacional con temas y argumentos dramáticos en los que se reflejen la vida, el hogar y las costumbres argentinas”. Según el productor, el cine debía esforzarse por “dar vida a los próceres, destacar los hechos históricos, fomentar el patriotismo, elevar los sentimientos del pueblo y deleitar con fines útiles”, pues la nación les había confiado tácitamente a los cineastas “el cargo de censores de la multitud ignorante”. La idea de que el cine debía ser una herramienta educativa para las nuevas masas de inmigrantes fue asimismo sumamente enfatizada por los medios de prensa de la época, que exaltaron sobre todo la vocación pedagógica y patriótica del film. En una de las crónicas más iluminadoras a este respecto, el diario La Razón opinó, por ejemplo, que “en un país de aluvión como el nuestro, espectáculos que recuerden los sacrificios que costó hacer patria son de una gran importancia, un auxiliar inestimable de la buena obra nacionalista. ¿Y qué instrumento mejor que el cinematógrafo para ello?”
En nuestro país los orígenes del cine de ficción son inseparables del fenómeno inmigratorio que signó las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX. Teniendo en cuenta la dimensión simbólica que tuvieron estos primeros films –la mayoría de ellos centrados en diversos episodios de las gestas independentistas o en los sucesos más relevantes de la todavía breve historia nacional–, hoy resulta paradójico que fueran justamente europeos los responsables de difundir, a través de su arte, el repertorio de la identidad nacional. Sin embargo, esto es perfectamente explicable si tomamos en consideración que, en la Argentina de fines del siglo XIX, el cine, como antes la fotografía, fue básicamente un producto de importación. Basta repasar la nómina de los pioneros del séptimo arte en cualquier genealogía del cine nacional para comprobar que la participación de inmigrantes en los inicios de la cinematografía local fue una constante que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX. El belga Henri Lepage, el austríaco Max Glücksman, los franceses Eugenio Py y Georges Benoît o los italianos Mario Gallo, Federico Valle, Atilio Lippizi o Alberto Traversa fueron tan sólo algunos de los protagonistas de esa historia, hablada en varios idiomas. La actuación de inmigrantes en nuestra incipiente industria cinematográfica tuvo, no obstante, otro motivo evidente. Como declararía en su vejez el cineasta Mario Gallo, la elección del tema histórico fue su “manera de adherir a una nueva patria”. En efecto, para los hijos de Europa, que venían a la Argentina a hacer la América, ésta fue una forma de integración nacional, una manera de congraciarse con los valores propios de su patria de adopción.
Una nueva y gloriosa nación contó al menos con dos versiones, una larga destinada al público argentino y otra abreviada y despojada de las escenas más localistas, dirigida al mercado extranjero. Esta última versión fue distribuida en los Estados Unidos por la empresa Film Booking Offices of America Inc. (FBO), que con el advenimiento del cine sonoro se fusionaría con RCA y otras compañías para formar la célebre RKO Radio Pictures. La FBO fue también la encargada de distribuir el film en Europa, donde fue estrenado con los nombres de The Beautiful Spy en Inglaterra, La carica dei gauchos en Italia, Belgrano der Freiheitsheld en Alemania y La carga de los gauchos en España, todos títulos que aludían vagamente a los patrióticos sucesos representados. En efecto, en las versiones destinadas al mercado foráneo, los principales episodios de la historia nacional funcionaron como mero telón de fondo para el romance entre Belgrano y Mónica Salazar, la joven hija de un realista que por amor sirve de espía a los patriotas poniendo en riesgo su vida, cuando al ser descubierta es condenada a la horca. Sin embargo, la épica historia del prócer, al que las críticas norteamericanas llamaron “the Washington of Argentina”, tuvo un frío recibimiento en el exterior. La revista Photoplay la consideró “una glamorosa pero no muy excitante película de aventuras de las pampas argentinas”, mientras que Variety la describió como un producto amateur, sobreactuado y artificial, sugiriendo que el guión de De Ajuria fue el causante del fallido resultado.

VOLVER DEL SILENCIO

JULIAN DE AJURIA Y EL ACTOR FRANCIS BUSHMAN.
En la Argentina, el film tuvo, en cambio, un enorme éxito de público y continuó exhibiéndose durante dos años, hasta que la llegada del cine sonoro terminó por condenarlo al olvido. Ninguna copia de esta cinta sobrevivió en nuestro país, y durante años los investigadores la consideraron perdida. Según el historiador y crítico Claudio España ya no existen copias de este film cuya “explotación se realizó casi solamente en la Argentina”. Asimismo, Diego Curubeto, autor de Babilonia Gaucha. Hollywood en la Argentina. La Argentina en Hollywood, afirma en su libro que “todas las copias de la película desaparecieron” y que “hoy no existe forma de poder ver la única película rodada en Hollywood con producción argentina”. Si tenemos en cuenta que más del noventa por ciento de los films realizados en el país durante el período silente ha desaparecido, estas afirmaciones resultaban más que probables. El histórico desinterés estatal por la conservación de estos documentos visuales, la falta de políticas públicas en materia de preservación y archivo sumadas a la fragilidad propia del soporte –en su mayoría de nitrato de celulosa altamente inflamable– han sido las principales causas de esta pérdida irreparable. El fuego fue para el cine de este período una amenaza constante. En 1926 un feroz incendio en los depósitos del productor Federico Valle, en la calle Suipacha 750, trajo como consecuencia la destrucción de la mayoría de sus películas y de buena parte del noticiario Film Revista Valle. En 1957 y 1961 otros dos incendios acabaron con los archivos del director Quirino Cristiani, hoy mundialmente conocido por ser el autor del primer largometraje de animación de la historia del cine. Otros valiosos materiales de esta época desaparecieron de formas aún más absurdas como cuando, ante la falta de interés estatal, Valle debió vender los remanentes de su archivo a un fabricante de peines que buscaba aprovechar el celuloide, material escaso en época de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo existe todavía un considerable número de films de este período que duermen sin catalogar en archivos locales o que, desperdigados por el mundo, aguardan el momento de ser redescubiertos.
En 2010, en plena euforia por las conmemoraciones del Bicentenario de la Revolución de Mayo, comencé a investigar sobre las representaciones de las gestas independentistas en el cine silente para uno de los capítulos de mi libro De la foto al fotograma. Relaciones entre cine y fotografía en la Argentina (1840 1933). Sabiendo que este film había tenido una amplia difusión en el exterior en versiones reducidas, decidí rastrear si sobrevivían copias en algún repositorio europeo o norteamericano. Para mi sorpresa, luego de una minuciosa búsqueda en catálogos de archivos extranjeros, di con dos copias del film que, camufladas bajo el título The charge of the gauchos, con el que se distribuyó en los Estados Unidos, se conservaban en la Cinemateca del Friuli en Gemona y en la Cinemateca Alemana de Berlín. Entusiasmada con el hallazgo me comuniqué con mi amigo, el coleccionista e investigador Enrique Bouchard, quien me puso en contacto con Livio Jacob, director de la Cinemateca del Friuli. Luego de varios intercambios por mail, Livio me confirmó que una copia en 35 mm. estaba efectivamente resguardada en su acervo. A inicios de este año, un oportuno viaje a Italia me dio la oportunidad de visitar ese maravilloso archivo y de ver finalmente este buscado film nacional. Se trataba de una de las reducciones del film que circularon en Italia, realizada por el célebre escritor, guionista y dramaturgo Vittorio Malpassuti. Aunque algunos historiadores argentinos sostienen que el film se exhibió en este país con el título de Belgrano, la película fue de hecho distribuida con el mencionado título de La carica dei gauchos, traducción literal del norteamericano. Hace un par de meses, Livio me contactó para pedirme que escribiera una reseña del film para el catálogo de la 32ª edición de Le Giornate del Cinema Muto, el más importante festival cinematográfico dedicado a la preservación, difusión y estudio de los primeros treinta años del cine. A más de 85 años de su estreno, este curioso film transnacional volverá a ser proyectado en una copia exquisitamente restaurada con sus virados originales en la ciudad de Pordenone –que desde 1982 alberga anualmente a este prestigioso evento– para un público de especialistas y entusiastas. Seguramente desde algún lugar, De Ajuria sonríe satisfecho.
reproducciones de la catedral y el cabildo construidas en los estudios columbia de los angeles. Lobbycard de la colección de enrique bouchard.

domingo, 25 de agosto de 2013

Mar del Plata se renueva y realiza sus primeros anuncios

Durante una reuníon informal con algunos medios de prensa se realizó la presentación oficial de Fernando Spiner como Productor General del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata que este año se desarrollará del 16 al 24 de noviembre. Además, se aprovechó la ocasión para informar sobre algunas novedades.


El evento realizado en las instalaciones de la ENERC contó con la participación del Presidente del Festival, José Martínez SuárezFernando Spiner, y la mayoría de los programadores quienes, además de intercambiar ideas y sugerencias de parte de la prensa especializada, realizaron algunos adelantos referidos a la edición número 28. Asimismo se oficializó que .Tiff será la agencia encargada de la prensa.
Este año se realizará una MasterClass con las presencias de Pierre Étaix, actor de títulos como Le grand amour El carterista; el actor argentino Ricardo DarínJohn Landis y John Boorman. También habrá un foco sobre el escritor paraguayo Augusto Roa Bastos que será acompañado con la edición de un libro.
El destacado animador Juan Pablo Zaramella, responsable de cortos como Luminaris o Viaje a Marte, será el encargado de realizar los institucionales que identificarán al festival, que contarán con la participación de más de doscientos marplatenses, Además, habrá dos spots promocionales dirigidos por Mariano Santilli, director de 50 años en la luna. Todos ellos sobre ideas de Gustavo Taretto(Medianeras).
El festival también presentará una sección donde se proyectará una selección de películas donadas por Turner Internacional Argentina al IINCAA con títulos de Carlos Hugo ChristensenMario Soffici,Hugo del Carril y Leopoldo Torre Nilsson, en versiones restauradas. 
Los programadores informaron que ya recibieron más dos mil títulos (la inscripción cierra el 31 de agosto) y que en total serán casi 400 (entre cortos y largos) los que se exhibirán. La programación completa se anunciará los primeros días de noviembre.

jueves, 22 de agosto de 2013

COMIENZA HOY LA II SEMANA DE CINE DOCUMENTAL ARGENTINO


Muestras de la vitalidad de un género en constante crecimiento

Desde hoy y hasta el 28 de agosto, en el Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635), se exhibirán, en carácter de preestreno, siete documentales con temáticas que van desde chicos en situación de calle hasta un homenaje al cantante Federico Moura.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-29647-2013-08-22.html

Por Oscar Ranzani
El crecimiento que ha experimentado el cine documental en los últimos quince años es notorio. A tal punto que el género, que en la Argentina abordó en sus inicios temáticas políticas, con el correr de los años fue cobrando amplitud y corriendo sus horizontes. Así se consolidó, por ejemplo, el documental social, y con la ampliación de derechos en el país, algunos audiovisuales comenzaron a dar cuenta de las nuevas realidades, como sucedió con los trabajos referidos a temáticas de género o sobre las problemáticas ambientales. Muchos de estos cambios fueron motivo de inquietud por parte de los cineastas nucleados en la Asociación de Directores y Productores de Cine Documental Independiente de Argentina, entidad más conocida por sus siglas: ADN. A raíz de la buena respuesta que tuvo el ciclo organizado el año pasado, ADN ideó la II Semana de Cine Documental Argentino, que se desarrollará desde hoy y hasta el miércoles 28 de agosto en el Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635). Siempre en el horario de las 21, se exhibirán, en carácter de preestreno, siete documentales que trazan un panorama de la vitalidad que tiene el género en la actualidad (ver recuadro).

Aquellos años tristes

En 1999, la cineasta Alejandra Grinschpun dictó un taller de fotografía en el Centro de Atención Integral a la Niñez y Adolescencia (Caina) destinado a chicos en situación de calle. A partir del vínculo generado con ellos y de tomarles fotos en los lugares donde estaban, Grinschpun comenzó a filmarlos. En esa tarea la ayudó Laureano Gutiérrez, quien es el productor de Años de calle, el documental de esta directora que podrá verse en el Gaumont. “En ese primer momento, la cámara era un poco una herramienta para conectarme y vincularme con ellos, casi una excusa”, reconoce la documentalista. En 2004, volvieron a filmarlos, ya pensando en hacer una película, y en 2010 encararon la última etapa, con apoyo del Incaa y con un equipo de rodaje profesional. Ambos pensaron que era importante poder mostrar los tres momentos en la vida de los chicos “porque nos parece importante contar sus historias a través del tiempo, hacer un corte diacrónico de las mismas y no ver nada más que un instante, un hecho en la vida de ellos, como suele suceder”, relata Grinschpun. Gutiérrez comenta que, años después de filmarlos en 1999, la pregunta que ambos se hacían era: “¿Qué será de las vidas de estos chicos?”. Y la idea de conocer la respuesta “nos pareció interesante y por eso decidimos que no iba a terminar en 2004, sino que necesariamente teníamos que tener una tercera etapa, con todo lo que ello implica, como decidir no terminar una película y posponer la finalización cuatro años”, explica Gutiérrez.
Años de calle refleja, entonces, historias de un grupo de chicos en situación de vulnerabilidad social a lo largo de doce años de sus vidas. Cuando empezaron la filmación, los protagonistas eran pequeños, pero, ¿cómo ven ahora ellos mismos sus propias realidades? “Lo interesante es que ellos, ya siendo adultos, pueden verse ahora y también verse antes”, cuenta Gutiérrez. Una de las historias que abordan es la de una joven que tenía 18 años y que no quería pensar más hacia adelante. “Con 18 años había decidido no pensar más en el futuro porque cada vez que lo hacía, eso no se daba. Y ahora es muy interesante ver que cuando hablamos del tema del paso del tiempo, ella dice: ‘No pienso más en el pasado, pienso en el futuro y le doy para adelante’. Es interesante ese punto de vista que, de alguna manera, también habla de ese paso del tiempo en ella y lo interesante es poder mostrar ambos”, señala el productor.
Grinschpun considera que el objetivo de su documental es luchar contra la estigmatización de la pobreza y a favor de la inclusión social. “Básicamente, lo que creemos es que por estar cerca de estas historias y por conocerlas más profundamente, entendimos un montón de cosas que, en general, no se conocen, no se comprenden porque estamos siempre viendo hechos como, por ejemplo, un pibe que afanó, o cuestiones que cuando uno puede entender de dónde vienen estos chicos, cuáles son sus historias detrás, qué cosas han tenido que vivir, qué cosas la sociedad les ha podido ofrecer y qué cosas no, uno empieza a entender que hay grises, que no son blanco ni negro, que no son ni malos ni buenos”, entiende la directora.

Las raíces desconocidas

Miguel Colombo tiene 35 años y su abuelo Ludovico, un italiano que llegó a la Argentina, después de pelear en la Segunda Guerra Mundial, falleció cuando el ahora cineasta tenía cinco. Sin embargo, desde pequeño no pudo conocerlo porque vivían “en provincias distintas y las familias estaban separadas”, cuenta Colombo, quien creció escuchando historias de su ancestro: que había estado en la Segunda Guerra Mundial, que había sido partisano, que había vivido en el desierto, que había reciclado unas ruinas jesuíticas (una construcción que se suponía que era un molino de oro en medio del desierto). “Todo eso en la imaginación de un niño fue creando un mito”, reflexiona el cineasta. Y el hecho de no haber podido conocer al famoso abuelo, lo agigantaba más todavía. Colombo siempre tuvo una gran intriga sobre quién era realmente Ludovico. Años después, estudió cine, y como la vida de su abuelo parecía de película, le resultó inevitable pensar en indagarla. Así nació Huellas, el documental de Colombo que, en primera persona, relata la historia de su abuelo y que podrá verse en el Gaumont.
Mientras hacía la investigación, el cineasta descubrió que había un montón de secretos familiares que iban más allá de la vida de Ludovico. “Incluso, casi hubo un punto de giro en mi búsqueda, porque cuando empecé a buscar a mi héroe de la resistencia partisana me enteré de que él le habría contado a un montón de gente que había sido nazi. Entonces, ahí se multiplicó la intriga”, cuenta Colombo. Al principio, no estaba convencido de hacer el documental, pero reconoce que la investigación para concretarlo fue la herramienta para acercarse a esa familia que no había conocido y encontrar su lugar en ella. El director coincide en que, a partir de la historia de vida de su abuelo, el espectador puede recorrer parte de la historia mundial: “Contando historias muy particulares también se cuentan historias que nos involucran a todos. Por más que todos somos individuos muy diversos, hemos recorrido historias y tenemos patrones de comportamiento y sociales. De hecho, la familia nos influye a todos y los lazos y vínculos familiares nos forman desde la primera infancia. Eso nos sucede a todos. Entonces, contar una historia familiar iba a reflejar eso necesariamente”.
Huellas también lo ayudó a reelaborar su propia historia familiar porque creció muy apartado, en un núcleo familiar muy pequeño: “La película fue un tránsito personal importantísimo hacia reubicarme en todo ese mapa y en esa novela familiar y construir una identidad mucho más firme”. El director admite que esos procesos ocurrieron a nivel inconsciente. “Pero sentí una solvencia personal, después de haber terminado la película que, incluso, me permitió armar mi propia familia ahora –confiesa–. Eso es algo que pienso a posteriori. La película fue todo un proceso de tránsito y maduración”, concluye Colombo.

La pelea de la vida

Víctor Cruz tiene un hermano boxeador y un tío que también practicó ese deporte, y, aunque el cineasta nunca se calzó los guantes, en el pasaje de su niñez al mundo adulto era casi un rito poder juntarse a ver y hablar de boxeo con su familia. “Uno crecía cuando se sentaba a ver boxeo los sábados y los domingos”, relata Cruz, quien, a partir de esa experiencia, realizó el documental Boxing Club, que podrá verse en el Gaumont. Para concretarlo comenzó a visitar gimnasios como el Almagro Boxing Club y, entonces, pudo conocer “las relaciones sociales que se tejen adentro”. “Si hay una cosa que a mí me gusta del boxeo es que, a pesar de que parezca violento y despiadado, esa violencia está hipercodificada, es un rito y no termina siendo tan violento como el mundo real”, explica el director acerca de los códigos de ese deporte. “Los códigos son todo. El gimnasio es el lugar más seguro que hay, no hay ninguno que se haga el loco. Los boxeadores se tiran una cantidad de trompadas arriba del ring y después se van y se dan un abrazo. La violencia está codificada a ese escenario que es el ring, con reglas claras sobre cosas que no se pueden hacer. Eso es algo que en el mundo real no existe”, señala el director, que filmó su película en el gimnasio que está debajo de la estación de trenes de Constitución, más precisamente en un sótano de la Plataforma 14. “El entorno violento es absolutamente patente: afuera del gimnasio, arriba en la superficie, es un lugar jodidísimo. Abajo, las reglas son absolutamente claras”, explica Cruz.
Con Boxing Club, Cruz se propuso contar cómo son las relaciones dentro de un gimnasio y cómo en un deporte que es tan individual, lo colectivo es fundamental para construir un boxeador. En ese sentido, el documental no hace tanto hincapié en lo deportivo, sino más bien en el aspecto social. Por eso, no realizó un seguimiento de los boxeadores fuera del gimnasio. “Mi apuesta fue que en ese micromundo empiezan a suceder cosas y se evidencian problemáticas sociales e individuales. En el documental está desde el boxeador profesional hasta un chico que está en situación de calle y que su gran preocupación es qué va a comer cada día y cómo se las arregla para eso. Y le permiten practicar y ejercitarse, pero no subirse al ring porque tienen miedo de que se lastime porque su alimentación no está controlada como la de otras personas que practican este deporte de manera más asidua.” De ese modo, el gimnasio se transforma en un ámbito donde confluyen distintas realidades. “Pero confluyen de una manera armónica, jerárquica y con la necesidad de uno por el otro”, entiende el director.
Los boxeadores sobre los que Cruz fijó su mirada y su cámara “son obreros del boxeo”, según su propia definición. “Los que retrato no son los campeones heroicos que logran un título, dar el salto y salir de su contexto social. Son tipos que, como cada uno de nosotros, tienen su trabajo: el de ellos es ir y cagarse a trompadas. Esa es la gran diferencia, pero son trabajadores.” Si bien los boxeadores no suelen ser expresivos, porque un gimnasio no es el lugar más adecuado para ir a demostrar las emociones, por el tiempo que Cruz compartió con ellos y como su vinculación era constante, empezó “a descubrir cuáles son las ansiedades, los miedos, los temores y con qué están relacionados”, concluye el documentalista.

Otros abordajes de la realidad

Cruz es también el productor de La toma, documental dirigido por Sandra Gugliotta, que tendrá su preestreno en el Gaumont. Durante 2010, la directora de Un día de suerte y Las vidas posibles estaba filmando un documental en la escuela secundaria Nicolás Avellaneda, con la idea de mostrar cómo se transmiten los patrones de género en los establecimientos de educación media. Una vez que Gugliotta ya había concretado vínculos con los estudiantes, “surgió el conflicto por las condiciones edilicias de la escuela y después las tomas en más de veinte colegios en septiembre y octubre de 2010 que tuvieron en vilo a la ciudad”, cuenta Cruz. Y lo bueno de esto “era que nosotros estábamos adentro con las cámaras y pudimos registrar todo el proceso de toma de conciencia y de politización de los chicos, y todo el aprendizaje que hicieron para llegar a la decisión de la toma, lo que pasa después de las tomas, cómo cada uno saca conclusiones, y la capacidad de los chicos para poder organizarse, accionar para poder corregir y reflexionar a partir de eso”, explica Cruz.
La figura del recordado Federico Moura, líder de Virus, una de las bandas emblema del rock argentino de los ’80, es abordada por Sergio “Cucho” Constantitno en Imágenes paganas, documental que homenajea al gran cantante y compositor fallecido el 21 de diciembre de 1988. También los músicos son los protagonistas del documental El latir de los llanos, de Eduardo Sánchez. Un grupo de ellos descubre un viejo long play de más de cuatro décadas que recorre la historia del caudillo riojano Angel Vicente “Chacho” Peñaloza. Y en conjunto deciden convocar a otros músicos para hacer nuevas versiones de esas canciones y que, de esa manera, la música estreche la mano con la historia. Finalmente, completa la programación de la II Semana de Cine Documental Argentino el trabajo de Fito Pochat y Javier Olivera, titulado Mika, mi guerra de España. El film aborda la figura de Mika Etchebéhère y su marido Hipólito, ambos militantes marxistas argentinos, quienes en busca de la ansiada revolución realizaron un viaje por la Patagonia, Berlín y París, hasta que se dirigieron a España y decidieron alistarse en el bando republicano durante la Guerra Civil Española. Mika fue la única mujer con grado de capitana en esa fuerza.

lunes, 19 de agosto de 2013

FESTIVAL.GRANDES INVITADOS Y UN FORO DE TELEVISIÓN PARA CELEBRAR LOS VEINTE AÑOS DEL FESTIVAL LATINOAMERICANO DE VIDEO Y ARTES AUDIOVISUALES DE ROSARIO

EN SEPTIEMBRE EL FESTIVAL LATINOAMERICANO DE VIDEO Y ARTES AUDIOVISUALES DE ROSARIO LLEGA A SU VIGÉSIMA EDICIÓN Y LO FESTEJARÁ CON IMPORTANTES VISITAS, HOMENAJES, PROYECCIONES Y CLASES MAGISTRALES. JUAN CARLOS RULFO, PAZ ALICIA GARCIADIEGO OJEDA Y NÉSTOR GARCÍA CANCLINI SERÁN PARTE DE LA GRAN CELEBRACIÓN.
http://www.gacemail.com.ar/notas.php?idnota=22680


Del 6 al 15 de septiembre, el Festival Latinoamericano de Video y Artes Audiovisuales de Rosario cumplirá veinte años, un evento que, en su recorrido e historia, se ha constituido en un referente de la exhibición y difusión del arte audiovisual de nuestro continente. Allá por los tempranos noventa, las palabras Latinoamérica, video e independiente comenzaban a escucharse adquiriendo año a año mayor protagonismo, motivo por el que se fue convirtiendo rápidamente en una gran pantalla latinoamericana. Veinte años después, ante una clara transformación en los modos de producción y difusión de las artes audiovisuales, el Festival Latinoamericano de Video de Rosario mantiene vigente su voluntad pionera, motivo por el cual, además de reflexionar sobre la evolución de la producción audiovisual latinoamericana en relación a los géneros y nuevos formatos, sigue apostando a la difusión de las imágenes en movimiento.

Manteniendo sus tres secciones competitivas (oficial, rosarina y de escuelas de cine), habrá numerosas proyecciones fuera de competencia, incluyéndose estrenos y películas que exploran la diversidad latinoamericana. 

En esta edición, México será el país homenajeado, siendo una gran oportunidad para recibir la visita del galardonado documentalista Juan Carlos Rulfo, la guionista Paz Alicia Garciadiego Ojeda, además de realizarse un homenaje al gran Arturo Ripstein.

También en el marco del 20° FLVR, del 11 al 13 de septiembre se realizará el Foro sobre televisión, lenguajes audiovisuales, comunicación y nuevos formatos, con el objetivo de compartir experiencias y reflexionar sobre el mapa comunicacional de América Latina, poniendo énfasis en el aspecto sociocultural, las mediatizaciones, el vínculo entre la dimensión tecnológica y la construcción de subjetividades, las producciones independientes y el lugar de la televisión pública. Entre las numerosas personalidades, se contará con la destacada presencia de Néstor García Canclini, quien dará la conferencia de apertura. Además, a las ya clásicas secciones competitivas y proyecciones fuera de competencia, se suma la 13º Muestra de Cortometrajes para Niños y Jóvenes.

Las sedes del FLVR serán La Comedia Teatro Municipal, Centro Cultural Parque de España, El Cairo Cine Público, Museo de la Memoria, Museo Diario La Capital, Centro Audiovisual Rosario (Punto de Encuentro) y Centros Municipales de Distrito. El 20º Festival Latinoamericano de Video y Artes Audiovisuales es organizado por el Centro Audiovisual Rosario, Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, Tea Imagen, Escuela de Producción Integral de Televisión de Buenos Aires, auspiciado por el Ministerio de Innovación y Cultura del Gobierno de Santa Fe y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. En esta edición, contamos con el especial apoyo y colaboración de Conaculta, Imcine y la Embajada de México en Buenos Aires.

Los números del 20° FLVR 
A la 20° edición, se inscribieron 506 cortometrajes de Argentina, Ecuador, Uruguay, Cuba, Honduras, Brasil, Chile, México, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Venezuela. Para la Competencia Oficial fueron seleccionadas 61 obras, en la Competencia de Realizaciones Rosarinas participarán 20 obras mientras que en Escuelas de Cine 25 trabajos. Entre competencias, películas invitadas y presentaciones especiales, habrá más de 190 películas en pantallas.


Te sigo desde el VHS - Foro sobre televisión, lenguajes audiovisuales, comunicación y nuevos formatos
Del 11 al 13 de septiembre se realizará el Foro sobre televisión, lenguajes audiovisuales, comunicación y nuevos formatos, con el objetivo de compartir experiencias y reflexionar sobre el mapa comunicacional de América Latina, poniendo énfasis en el aspecto sociocultural, las mediatizaciones, el vínculo entre la dimensión tecnológica y la construcción de subjetividades, las producciones independientes y el lugar de la televisión pública. Entre las numerosas personalidades, se contará con la destacada presencia de Néstor García Canclini, quien dará la conferencia de apertura.


Conferencistas: Néstor García Canclini; Chiqui González, Darío Szrajermaier

Participantes: Virginia Martínez (TV nacional Uruguay), Tristán Bauer (TV Pública Argentina), Regina Lima (Ouvidora ECB); Gabriel Torres Espinoza (Sistema Universitario de Radio y TV Guadalajara), Hollman Morris (Tv Capital, México), Martin Papich (Tv Ciudad Montevideo) y Cecilia Vallina (Señal Santa Fe), Mirta Varela, Gustavo Aprea, Diego Levis, Juan Mascardi; Mesa del CIM (Centro de Investigaciones en Mediatizaciones), Mario Carlon, Álvaro Díaz, Cune Molinero, Alcira Valdivia, Rodolfo Hermida, Pedro Saborido.


INSCRIPCIÓN
Enviar un mail a carcursos@rosario.gov.ar con el asunto Inscripción Foro. En el cuerpo del mensaje poner nombre completo, teléfono, mail.
Costo: $60 ($20 para becarios)
Cierre de inscripción: lunes 2 de septiembre.


Muestra de fotos
Carteles de Re-visión del Cine Mexicano

Compañero inseparable de las producciones cinematográficas, el cartel ha reflejado fielmente los tonos y los rumbos del cine mexicano: la preponderancia de actores y temas, las explosiones del sentimiento y los fervores, la importancia de títulos llamativos y conminaciones al espectador.


Esta muestra de carteles de películas mexicanas, que abarca varias décadas representa las diversas tendencias, estilos y formas que han acompañado a las producciones nacionales.

Se presentan también carteles de décadas más recientes, cuando los diseños se encargaban a compañías publicitarias como Ars Una y Procinemex (El zarco, Las rosas del milagro, Damiana y los hombres y La leyenda de una máscara).

La exposición es promovida por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y por el Instituto Mexicano de Cinematografía. Podrá visitarse durante el mes de septiembre, en el hall del CAR.


Seminarios del FLVR
+ Lenguaje cinematográfico, lenguaje literario: la adaptación: ¿creación o traición?, dictado por Alicia Paz Garciadiego Ojeda (México).

+ Historias del cajón; un redescubrimiento para el mundo, dictado por Juan Carlos Rulfo (México)
+ Movimiento, ¿la materia prima de la animación?, dictado por Fernando Galrito (Portugal
Informes e inscripción: carcursos@rosario.gob.ar


Fuente y más información: http://flvr.centroaudiovisual.gov.ar/ 
 

domingo, 18 de agosto de 2013

El enigma de la Corte y la ley de medios

La audiencia que fijó el pasado miércoles la Corte Suprema de Justicia antes de fallar sobre cuatro artículos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se parece mucho a las PASO. 
En efecto, el miércoles 28 de este mes de agosto, cuando falten 30 días para las elecciones legislativas habrá una rueda “no vinculante”. Consistirá en una modalidad que ya fue utilizada por el máximo tribunal de Justicia para casos como la contaminación del Riachuelo y la situación de los pueblos originarios y que consistirá en que el Estado nacional y el Grupo Clarín podrán presentar hasta cinco entidades cada una que argumenten las razones que asisten a cada una de las partes en el litigio. La modalidad –llamada amigos del tribunal– incluye la presentación de un escrito de no más de cuatro carillas y luego la posibilidad de exponer a viva voz no más de 15 minutos. Estarán inhabilitados para esta audiencia quienes tengan cargos públicos o sean candidatos en las elecciones o apoderados de partidos. La audiencia será televisada por el Centro de Información Judicial.

¿Por qué una audiencia después de cuatro años? Si hubo una norma legal con suficiente debate público y audiencias en todo el territorio nacional fue la ley de medios, judicializada por el Grupo Clarín y que ya tuvo una primera puntada de la Corte cuando se pronunció sobre las medidas cautelares de una forma que fue aplaudida no sólo por el Ejecutivo y por los legisladores que votaron la norma sino también por toda la comunidad democrática que comprendió la esencia de esa chicana judicial: basta presentar un recurso de amparo en un tribunal amigo (y no en un amigo del tribunal) en cualquier lugar del país donde la norma sea de cumplimiento para lograr una medida cautelar amiga. Fue en mayo de 2012 cuando el fallo unánime del alto tribunal estableció el 7 de diciembre de ese año como plazo máximo para cumplir con lo establecido por el artículo 45, que fija un tope de licencias en cada jurisdicción y área de cobertura para un mismo titular, mientras que el 161 establece que eso debe efectuarse en el plazo de un año. El Grupo Clarín lo llamaba desinversión cuando la realidad era que la ley fijaba una serie de variantes para traspasar esas licencias a otros operadores con la autorización del organismo que tiene el poder de policía –o de control, si no gusta el término– para esa “adecuación”.

Una semana después de finalizado el plazo de las cautelares, el juez Horacio Alfonso falló a favor de la constitucionalidad de la ley, pero al ser apelado por los abogados de Clarín la sentencia quedó en suspenso. La Cámara Federal en lo Civil y Comercial de la Capital, el 18 de abril pasado, tiró por la borda la sentencia de Alfonso y abrió la posibilidad de la apelación del Estado y que, finalmente, la Corte deba fallar. Esta vez sobre el fondo de la cuestión. Cabe aclarar que la cautela nunca dejó de tener efecto, ya que la Cámara Federal, el 6 de diciembre (un día antes del 7D), extendió su vigencia hasta que se dictaminara sobre el fondo de la cuestión. Y eso contó con el aval de la misma Corte a fines de diciembre.

Es interesante detenerse en que el fallo de la Cámara diferencia lo que considera un espacio finito (el espectro radioeléctrico) y otro que no lo es: las licencias de televisión por cable. Clarín tiene 158 licencias de este tipo según la Cámara y a su criterio no debería resignarlas. Sostiene además que si se le reduce la escala a tener menos licencias, la empresa tendrá un negocio más acotado y eso conspira contra la libertad de expresión. La ley es contundente respecto de estos asuntos: dice que, por el contrario, las posiciones monopólicas brindadas por una operación dominante son contrarias a la libertad de expresión. La ley no descubrió nada, esto se sostiene en todos lados. El mérito de la ley es haber vencido el poderío de un grupo de medios para proponer un nuevo reordenamiento de tipo democrático.

Como en la Argentina no existe un tribunal constitucional que tenga competencia en si una ley votada por el Congreso no transgrede la Constitución es la Corte Suprema la encargada de tratar este tema.

Hasta acá, salvo los cuatro años de absurdas demoras y del lobby de Clarín con los jueces, todo es “normal”. En el sentido de que las arbitrariedades se hacen “dentro de las normas”. Las desigualdades sociales, en muchos casos aberrantes, también son fruto de la “normalidad”. Y cambiar el orden establecido no es fácil. Sólo se produce cuando un poder articulado que expresa “lo nuevo” está en condiciones de desbordar las aberraciones y es capaz de imponerse sobre “lo viejo”.
¿Cuándo y cómo fallará la Corte? 
Especulaciones sobran. Los indicios no pueden ser tomados como certezas, pero merecen interpretarse. La Corte, de acuerdo al Código de Procedimientos, no tiene plazos para sus decisiones, dentro del territorio nacional, son inapelables. El primer indicio es que el máximo tribunal hace estas audiencias para marcar que hay “dos partes en conflicto”. Quizás en términos procesales sea así. Pero las audiencias públicas convocadas por la Corte fueron, por caso, las de la contaminación del Riachuelo y la de una comunidad originaria en Jujuy. En el caso del Riachuelo fue la “causa Mendoza”, una demanda de vecinos de Villa Inflamable, gente muy humilde, que vive entre las empresas petroleras y la inmundicia del Riachuelo. Allí había una serie de temas de jurisdicciones: municipios, provincia de Buenos Aires, ciudad homónima y la Nación las que deben velar por el saneamiento de esas aguas contaminadas por desechos industriales, basurales a cielo abierto, pobreza extrema y mucha corrupción. La Corte estableció que fuera un juzgado federal de primera instancia el que centralizara todos los conflictos legales y que, como corresponde, la Autoridad de la Cuenca del Matanza Riachuelo siguiera siendo el órgano responsable de las tareas ejecutivas.

En cuanto al conflicto en la provincia de Jujuy, también un expediente judicial de primera instancia llegó al alto tribunal porque las comunidades de las Salinas Grandes debían haber participado en la decisión de la provincia a la hora de otorgar a empresas privadas los permisos para explotación minera. En ambos casos se trata de problemas de la comunidad. En caso de la ley de medios, por el contrario, expresa la resistencia de una empresa poderosa que pretende impedir la vigencia de una ley. Es decir, el uso de un instrumento como las audiencias públicas tan valorables cuando son cuestiones sociales ahora es usado para poner en un pie de igualdad al Estado nacional con un grupo de medios. Resulta por lo menos extraño.
Segundo. ¿Cuánto pesa en el humor de los magistrados la situación electoral habida cuenta de que el Grupo Clarín tiene claro partido por todas las fuerzas políticas opositoras al Gobierno con el expreso propósito de que esta ley sea volteada en el futuro? Es tan evidente esto que aun quienes votaron a favor de la ley de medios ahora están acompañando al Grupo Clarín que, a su vez, los acompaña en sus campañas.
Tercero. Una cosa es velar por la defensa de la propiedad privada, tan custodiada por la Constitución, y otra es ponderar ese derecho junto a otros derechos, como el derecho a la libertad de expresión.

La realidad es que la ley dispone de otros instrumentos –sobre todo la posibilidad de tener licenciatarios que no busquen fines de lucro– que no están en funcionamiento. Hasta podría reconocerse que hay una batería de medios privados que acompañan la ley de medios obteniendo una serie de beneficios. ¿Alguien se imagina a un gobierno que peleó con astucia para mejorar la situación de los excluidos o para llevar genocidas a la cárcel perdiendo aliados antes de que esto termine? ¿Alguien imagina que en un próximo gobierno el Grupo Clarín haría algo diferente a lo que hizo con los gobiernos precedentes: apoyar para obtener beneficios y luego, cuando se termina el romance y las ventajas, pasar a la oposición directa?

No es fácil saber cuánto aprendieron los dueños de los medios privados no alineados con Clarín en estos años. Sería prematuro advertir cuánto entienden que el negocio no puede basarse en la extorsión. Pero la realidad es que al tener porciones pequeñas de poder económico no pueden pasarse de la raya. En democracia los que se someten a la voluntad popular son los gobernantes y no los empresarios. Por eso, la perversa idea del Grupo Clarín de que son un medio de expresión que controla a los que usan el dinero de todos es una estupidez teórica y un mensaje de un cinismo completo. Sin embargo, un mensaje que cala hondo en buena parte de sectores de capas medias y también de origen popular.

Esta vez, los miembros de la Corte podrán estar a la altura de las circunstancias y mostrar que no son permeables a los intereses particulares de una empresa. Es más, si fallaran a favor de la constitucionalidad de la ley dejarían abierto un gran espacio para que se discutan otros poderes fácticos tan monopólicos como Clarín. Porque en el acero, las concesiones mineras, la explotación agrícola, la comercialización de granos o de alimentos en el mercado interno, los productos medicinales, por citar algunos casos, la Argentina está igual o peor que décadas atrás. Hay una parte importante del periodismo y la opinión pública que se han tomado esta pelea con Clarín como una cuestión de vida o muerte. Creen que la constitucionalidad de la ley de medios es un fin y no un medio. Por el contrario, cualquier diagnóstico serio de los problemas que generan los desequilibrios sociales de marcada desigualdad debe contemplar que la concentración en pocas empresas o grupos de empresas es una de las características de estos años. No sólo de los anteriores. La extranjerización y la centralización del capital crecieron en esta década.

Por último, es inevitable que la agenda periodística se desviva más por los rumores de cómo fallarán los magistrados y desdeñe los grandes temas de fondo. No se le puede pedir a una sociedad que tiene a cuatro de cada diez trabajadores en negro que se convierta en especialista en temas de legislación de medios o de macroeconomía. Demasiadas veces la agenda mediática de estos últimos meses se pierde entre los escándalos de crímenes y las peleas de grupos de poder político y económico. Sería absurdo creer que los periodistas de opinión o analistas surgen de un concurso de oposición y antecedentes. Son el fruto de juegos de poder y el que quiere cambiar mucho el rumbo de los que mandan tiene la posibilidad certera de quedarse en lugares periféricos, de escaso o nulo impacto. La ley de medios algún día, si todo sale como tiene que salir, podría ayudar a mejorar esas cosas. Más importante que eso sería una ley que mejore los gastos de salud del Estado, que tanto depende de los poderosos laboratorios medicinales. O la posibilidad de tener un banco que financie a los empresarios con talento capaces de diversificar las exportaciones. O tantísimas otras cosas que están en la memoria de lo que la Argentina se propuso y logró en otros momentos y otros contextos, especialmente en el primer peronismo. El fallo de la Corte, el día que llegue, servirá para saber si el alto tribunal de Justicia tiene la proa en el futuro venturoso que muchos sueñan y por el cual se desvelan o está para cuidar las instituciones mientras éstas no se den de frente con el poder económico.